Crisis migratoria: Estrategias diferentes

Un caso de comparación entre México y Turquía. Por Daniel Ocampo de México.

La migración es un fenómeno social tan antiguo como la historia y debido a eso profundamente estudiado. Hoy en día no hay una región en el mundo a salvo de este fenómeno y, con frecuencia, diferentes perspectivas intentan comprenderla, explicarla o tratar sus causas o sus consecuencias. Una breve revisión en el ámbito internacional hoy en día puede mostrar la necesidad de soluciones en este tema.

En primer lugar, el caso de Siria es emblemático por sus características;larga duración y dificultad de resolver el conflicto, la devastación, la cobertura de los medios y también la desestabilización suprarregional. La situación se intensificó hasta tal punto que los países vecinos recibieron una cantidad inimaginable de solicitantes de asilo, migrantes y refugiados, hecho que ha generado 6,3 millones de personas desplazadas, de las cuales 3,6 millones se encuentran en situación de refugiados en Turquía. Las repercusiones que ha causado esta situación han sido epistémicas y paradigmáticas en los estudios de migración (Mapa 1).

Por otro lado, la situación histórica en la frontera entre México y Estados Unidos renació en el sistema internacional desde que Donald Trump comenzó su campaña electoral anunciando el muro e incluso empeoró con la primera caravana de migrantes (entre 5.000 y 8.000 personas al principio) que desde Honduras, El Salvador y Guatemala cruzaron México en octubre de 2018 con el interés común de llegar a los Estados Unidos. Y desde esa fecha, las caravanas fluyen intermitentemente por México con la esperanza de obtener el sueño americano (Mapa 2).

Los denominadores menos comunes en estos dos estudios de caso son, en primer lugar, el uso de su territorio como punto de cruce de migrantes. En un enfoque breve, ambos países se encuentran entre las potencias nacionales hemisféricas con un alto estatus económico y de calidad de vida y países que no pueden ofrecer condiciones de vida óptimas a sus ciudadanos. Sin olvidar que ambos también son países de origen, tránsito y destino de migrantes.

Mapa 1. Europa, Turquía y Siria.

Mapa 2. Estados Unidos, México y América Central

Europa y la crisis de refugiados.

Las consecuencias del movimiento antisistémico de 2011, luego la guerra civil que aún no se puede resolver en Siria ha provocado, entre otros aspectos, el éxodo más crítico en los últimos años. Desde el comienzo del conflicto, los sirios fueron obligados a abandonar su país en busca de un lugar pacífico para vivir bajo el estatuto de refugiado.

Aunque el número de sirios que llegan a Europa y buscan protección aumenta día a día, los números no son proporcionales en comparación con los países que comparten frontera con Siria. Aproximadamente hay 900,000 sirios en Europa, la mayoría de ellos llegaron en 2015 principalmente a través de Grecia.

Debido a las grandes dimensiones del flujo de personas en busca de refugio en Europa, en 2015 se que generó la llamada Crisis Europea de Refugiados. En ese tema, Turquía fue pieza fundamental debido a su posición geográfica en primer lugar. El Plan de Acción Conjunta Union Europea-Turquía proporciona a Turquía 3.000 millones de euros para un mayor control fronterizo a cambio de recibir a todos los migrantes irregulares que llegan a Europa después de haber transitado por Turquía, este tipo de estrategias ayudó a mantener a los migrantes fuera del territorio europeo, pero no por eso mantenerlos alejados de su territorio. (Mapa 3)

COn estos antecedentes podemos entender la situación actual de los refugiados sirios en Turquía, en donde, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, se encuentra el mayor número de refugiados del mundo con 3,6 millones de ciudadanos sirios y cerca de 400,000 refugiados registrados y solicitantes de asilo de otras nacionalidades.

Mapa 3. Distribución de refugiados sirios después y antes de 2015.

En segundo lugar, desde que se declaró el conflicto en Siria, la posición de la política turca ha sido de puertas abiertas a cualquiera de los que necesita o buscaba la condición de refugiado o protección. Además, como Estado signatario de la Convención de Refugiados de 1951, Turquía acepta todas las responsabilidades en el ámbito internacional bajo la figura del Tercer País Seguro.

Esta figura permite que si una persona solicitante de asilo fuera rechazada, tiene el derecho de ser transportada a un tercer país que cumpla las mismas condiciones de vida buscadas por el solicitante. La vinculación de esta Convención implica varias responsabilidades, en este caso, este tercer estado se compromete a cumplir con las condiciones mínimas para garantizar que los solicitantes no sean devueltos a su país de origen, garantizar derechos universales y la reunificación familiar, garantizar la salud, la educación, el trabajo y acceso a los derechos de seguridad social.

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, un tercer país seguro debe respetar la vida y la libertad de la población y también debe proporcionar las condiciones necesarias para evitar la persecución por motivos de raza, religión, etnia u opiniones políticas.

Teóricamente, esta figura jurídica ayuda a mitigar la demanda excesiva de solicitudes de asilo en algunos países específicos y redistribuir los solicitantes de maneras más equitativas entre diferentes países. Aceptar los términos de la Convención de Refugiados de 1951 no es delegar responsabilidades en el ámbito internacional.

Brindar seguridad a los refugiados es la misión. Sin embargo, aceptar grandes flujos de personas también conlleva reacciones sociales que el Estado también debe proteger. La securitización de la migración nace de experiencias similares en el pasado. “(...) la migración se ha presentado cada vez más como un peligro para el orden público, la identidad cultural y la estabilidad del mercado laboral y doméstico; ha sido titulizado ".


Estrategia turca

Como parte de sus obligaciones como Tercer País Seguro, los acuerdos internacionales, el derecho humanitario y las políticas internas de Turquía han implementado muchos programas que han ayudado a elevar las condiciones de vida de los refugiados. Asistiendo con vivienda, ayuda humanitaria, escolaridad, servicios de salud y educación gratuita en idioma turco. Se estima que el gobierno de Ankara ha gastado más de US 9 mil millones para atender la temática Siria desde el comienzo de la guerra civil.

Además, el ACNUR informa asistencia económica por más de USD 11 millones en un paquete de compensación de un solo pago que benefició a 252,700 personas vulnerables para la protección y asistencia de emergencia. La cooperación entre el ACNUR y la Agencia de Empleo de Turquía ha facilitado la inserción de más de 2.500 personas en el mercado laboral.

Sin embargo, según los datos proporcionados por el ACNUR en 2018, Turquía ha recibido 3,6 millones de personas (Figura 1) bajo el régimen de protección temporal, de los cuales aproximadamente el 50% son menores de edad. Casi el 4% vive en los centros oficiales de alojamiento temporal y el resto, el 96%, vive en zonas urbanas, periurbanas y rurales.

Figura 1. Refugiados sirios registrados por fecha.

La cooperación entre Turquía y el ACNUR ha generado beneficios en el acceso al empleo, las tarifas anuales de permisos de trabajo recibieron un descuento del 40% para aquellos que emplean sirios bajo protección temporal. Como resultado de la eliminación de las barreras para los refugiados en octubre de 2018, se han emitido casi 60.820 permisos de trabajo para sirios, debido a que la mayoría de la población siria en Turquía es económicamente activa (Figura 2).

Figura 2. Distribución de género de refugiados.

Figura 3. Distribución por parte de extranjeros de nacionalidades que solicitaron protección internacional en 2017.

Por otro lado, ACNUR informa que, a fines de 2018, 26,680 personas fueron interceptadas a lo largo de las fronteras marítimas occidentales de Turquía y 46,310 en la frontera terrestre occidental, el 96% de esto tuvo lugar en la frontera con Grecia. Además, el número de personas que cruzan por mar desde Turquía a Grecia aumentó en casi un 10% en comparación con 2017.

Las detenciones en la frontera terrestre entre Grecia y Turquía en 2018 aumentan un 56% en contraste con la información de 2017, en consecuencia, casi 1,800 personas fueron trasladadas de regreso a Turquía. En la frontera entre Turquía y Bulgaria, solo se registraron 16 casos. En la frontera entre Turquía y Siria, se produjeron más de 244.570 detenciones, lo que significa una disminución del 40% con respecto al año anterior.


México y la migración. Nuevas tendencias en la migración a los Estados Unidos.​​​​​​​

Durante cuatro décadas, la migración a los Estados Unidos había sido monopolizada por la inmigración mexicana, y como lo señalaron Jie Zong y Jeanne Batalova, los migrantes consistían principalmente en "trabajadores poco calificados y no autorizados en busca de mejores condiciones económicas". Sin embargo, la tendencia ha cambiado drásticamente, la migración mexicana redujo su flujo debido a razones multifactoriales entre las que se destacan: la mejora de las condiciones económicas en México, el refuerzo de la aplicación de políticas migratorias por parte de Washington y la caída a largo plazo de las tasas de natalidad de México ( Gráfico 1), los cambios en la oferta y la demanda de empleo en los Estados Unidos después de la crisis económica de 2008 (Tabla 1) y la dureza de las políticas de deportación.

Tabla 1. Poblaciones recientes de inmigrantes mexicanos, chinos e indios (con residencia en el extranjero hace un año), 2000-2013.

Hasta 2017, los inmigrantes mexicanos que regresaron fueron más que los que emigraron a los Estados Unidos y las detenciones mexicanas en la frontera fueron las más bajas en 40 años. Como resultado de esos cambios, México ya no es considerado como el país con el mayor número de inmigrantes que se dirigen a los Estados Unidos.

Grafico. 1. Pirámide de población de migrantes del sur a los Estados Unidos y condición de posesión de documentos, 2017.

De acuerdo con el US Census Bureau (Oficina del Censo de EE.UU en inglés) de 2017, hubo una disminución dramática en el número de inmigrantes mexicanos que ingresaron a los Estados Unidos en comparación con los períodos anteriores a 2000, 2000-2009 y posteriores a 2010 (Tabla 2). Como lo muestra el informe anual 2017 de EMIF Norte (Encuesta Nacional de la Frontera Norte de México), el número de flujos de migrantes entre México y Estados Unidos se encuentra en el nivel más bajo de la historia. Faye Hipsman y Muzaffar Chisti mencionan también que desde 2008 es observable una caída de más del 80 por ciento en el flujo total en comparación con años anteriores.

Tabla 2. Mexicanos y todos los inmigrantes en los Estados Unidos por período de llegada, 2017.

Hoy en día, el mayor porcentaje de detenciones de migrantes en la frontera del sur de EE. UU., por la Patrulla Fronteriza, pertenece a América Central, específicamente a la subregión del Triángulo del Norte (TN), zona compuesto por tres estados que comparten una triple frontera: Guatemala, Honduras y El Salvador. (Mapa 4)

Mapa 4. Triángulo Norte

México, Plan de Desarrollo Integral en el Triángulo Norte.

La violencia sistémica que se reproduce en la subregión en diferentes escalas, es actualmente una de las principales causas de migración en el Triángulo Norte. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes en la subregión difiere en demasía al resto del mundo, llegando a cifras alarmantes. Solo en 2017, los homicidios por cada 100,000 habitante en el salvador fueron de 60, 46 en Honduras y 26 en Guatemala en contraste con el promedio internacional que fue de 6.1.

Como consecuencia de las olas de violencia, en octubre de 2018 se formaron varias caravanas de migrantes del Triangulo Norte con la intención de llegar a los territorios de EE. UU. Un éxodo sin precedentes que generó un nuevo paradigma en las administraciones de México y Estados Unidos debido a la posición migratoria más reciente de Washington sobre la migración.

Los acuerdos entre los EE. UU., México y el Triángulo del Norte todavía están en proceso, México se niega a aceptar el estatus de Tercer País Seguro como Washington lo considera necesario. A pesar de las diferencias en los planes, México comenzó la iniciativa de ayudar a los Estados Unidos a detener las caravanas de la frontera sur de México. El Plan de Desarrollo Integral (PDI) que México lanzó para prevenir problemas futuros y actuales está enfocado a invertir en el Triángulo Norte USD 100 millones para atacar las causas estructurales de la migración y las acciones iniciaron en El Salvador con una ayuda financiera de 30 millones.

Además, México está buscando apoyo económico internacional para llevar a cabo el plan, en consecuencia, después de que Naciones Unidas y la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) ratificaron el plan, la Unión Europea destinó una ayuda económica inicial de US $ 7,8 millones. Los pilares principales del PDI son 1) desarrollo económico, 2) bien socialmente seguro, 3) sostenibilidad ambiental y adaptabilidad al cambio climático, y 4) gestión completa de los ciclos de migración. Por lo tanto, este plan busca proveer las condiciones para que la migración sea una opción y no una obligación.

En este sentido, el gobierno mexicano está complementando su plan para enfrentar la escalada de detenciones por parte del Control Fronterizo de los Estados Unidos (Gráfico 2) que reportó un récord de 144,255 casos en la frontera entre los Estados Unidos y México en Mayo de 2019, un 150% más que en Enero del mismo año, debido a las caravanas migrantes. Ante esta situación México responde con acciones para detener las caravanas, por lo que se desplegaron 25,451 soldados tanto en la frontera sur y norte de México para prevenir y evitar la migración centroamericana.

Gráfico 2. Migrantes detenidos en la frontera entre Estados Unidos y México.

Número total de personas por mes, 2000-2019

CONCLUSIÓN

En conclusión, es importante mencionar que aunque en ambos países la tendencia migratoria ha cambiado, pasaron de enviar a recibir poblaciones de diferentes países, la geopolítica tiene una influencia muy importante en estas ecuaciones porque, como ya se mencionó anteriormente, ambos países se utilizan como un paso de los flujos migratorios.

También, el factor económico es crucial en este tipo de dinámica regulada por la oferta y la demanda de mano de obra barata. Los cambios migratorios actuales también responden a los ajustes económicos de cada área receptora y sus consecuencias son confiables. Dependiendo del momento económico del país, será, en primer lugar, la aceptación de los migrantes y, en segundo lugar, sus características.

La adopción de estatutos internacionales puede ayudar en el sentido humanitario, sin embargo, adoptar responsabilidades también puede producir más problemas de los que resuelve. La cooperación internacional es de vital importancia en situaciones como estas donde un fenómeno trasciende fronteras y está fuera de las capacidades bilaterales.

Por otro lado, es necesario tener en cuenta que la migración y cualquiera de sus tipos legales no son una amenaza per se, las consecuencias económicas y sociales son las que generan la securitización de la migración, pero no los flujos de personas. Por esta misma razón, sería ideal brindar asistencia, como comunidad internacional, a las personas que realmente la necesitan en lugar de generar medidas paliativas simples que originan a su vez círculos viciosos en la migración, sin atacar la raíz, incluso sabiendo que las razones son, en la mayoría de los casos, multifactoriales.