La ciudad dónde todo se junta

Bienvenido a “Haber Latino”. Muchas veces tendemos a no tomar en cuenta culturas de las que tenemos poco conocimiento. Clasificándolas como ajenas y lejanas, nos privamos de perspectivas que pueden enriquecer nuestras opiniones y la percepción de nuestra realidad.


Haber Latino busca conectar dos mundos que se muestran distantes, el Medio Oriente y Latinoamérica y explorarlos desde nuestra perspectiva. Comenzamos como Latinos que de una u otra forma nos hemos encontrado viviendo en Estambul, Turquía. Creemos que hay muchas más similitudes que diferencias entre nuestros pueblos y vamos escribir al respecto.

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La Ciudad donde todo se junta.

POR INTI JOSÉ SÁNCHEZ / COSTA RICA


Me gustaría dar un pinzelada general de lo que veo en esta ciudad y tengo claro que cada punto que menciono merece un artículo en particular, la idea es desarrollarlos en futuros artículos.

No se puede tratar de escribir sobre Estambul sin la palabra contradicción. Simplemente aquí hay de todo. Claro en muchas ciudades modernas hay de todo o se puede encontrar de todo. Pero en Estambul esto se vive de una manera especial, diferente, con mucha más historia. Me refiero a que no sé si existe otra ciudad, en la que de forma cotidiana un travesti se encuentre de frente con una mujer musulmana con Burka ( traje tradicional que usan algunas mujeres que cubre todo el cuerpo exepto los ojos) sin que pase absolutamente nada. Ese siempre es el mejor ejemplo que se me viene a la cabeza cuando me preguntan cómo es la ciudad donde vivo.


Es simple, casi toda la historia de la humanidad ha pasado por esta ciudad como centro. La capital del Imperio Otomano, uno de los imperios más poderosos de la historia. Geográficamente e Históricamente un puente cultural entre el mundo occidental y el oriental. Màs de 17 millones de habitantes. Entre historia, las diferentes sociedades, poblaciones y culturas la ciudad se convierte en tierra fértil para contradicciones.


Son muchos los factores que se juntan aquí. Primero que todo historicamente dominada por dos de las principales religiones del mundo en diferentes periodos de la Historia, controlada y conquistada. Todos los restos de esos cambios se mezclan con la férrea lucha política actual y van forjando lo cotidiano. Segundo la religión, presente en todos los ámbitos y permeando mucho la política. Aquí no se puede hablar de política sin hablar de religión, uno de los principales debates actuales está relacionado con la laicidad del estado. Y por último la inmigración a aumentado a niveles sin precedentes más que todo por la guerra en Siria, generando que muchos turcos también quieran salir de aquí pues se sienten invadidos.

El fruto de todo esto es lo que observamos y así mismo son los turcos de Estambul. Puedo decir que sin lugar a dudas son la gente más nostálgica que conozco, ni uno de los que he conocido no tiene algo de nostálgico. No sé muy bien porque será, tal vez por la angustia misma de estar en medio de todo de haber visto tanto y en el transcurso forjar su nacionalidad. Las famosas mesas de Raki (donde se sientan donde se sientan por horas a conversar sobre lo cotidiano) y la cultura del entretenimiento me parecen la mejor muestra de esta nostalgia.

Nosotros latinos viéndolo como quien observa una obra de teatro larga y compleja, que no llegamos a comprender en su totalidad, porque llegamos a la mitad. Igual lo seguimos intentando. Tenemos que hacerlo, ya lo hemos empezado a llamarlo hogar.


Una ciudad melancólica que guarda de todo, que lo atrapa a uno y más como latino porque las diferencias culturales son muy marcadas pero también nuestras similitudes. Aquí todo se va construyendo de manera diferente y combinada tal vez más rápido y con más variedad que en otras grandes ciudades del mundo.


Aquí todo se va se va construyendo de manera diferente y combinada tal vez más rápido y con más variedad que en otras grandes ciudades del mundo.


Por eso es que aquí es donde todo se junta y se seguirá juntando. Y eso es lo que lo termina atrapando a uno. Porque uno no está ni aquí ni allá. Está en el medio, no es necesario definirse. Y ahí están el encanto, todo lo que es el ser humano, aquí está permitido, a medias, tal vez no lo necesario pero si lo suficiente.