México, Siria y la normalización de la violencia
MÉXICO, SIRIA Y LA NORMALIZACIÓN DE LA VIOLENCIA
Por Daniel Ocampo de México.
El punto de comparación entre Siria y México no llega desde la cultura, el idioma o la religión, éste se presenta en las muertes. La violencia se normalizó en ambos países y actualmente es una situación dificil de vivir, harta de soportar y lejos de resolver.
En 2017, ambos países ocuparon la primera y segunda posición en el informe anual del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS por sus siglas en inglés). Ese estudio muestra los países más violentos alrededor del mundo, los países con mayor tasa anual de asesinatos. Detrás de ellos se ubicaron Irak, Afganistán, Yemen, Somalia, Sudán, Turquía, Sudán del Sur y Niger. Poseer la cantidad de bajas civiles similares a las de un conflicto armado representó (y continúa siéndolo) una gran alarma para México.
En esos momentos la ateción internacional recalló en Siria. Sin embargo, las cifras de México representaban también la necesidad de un cuidado especial. De acuerdo con John Chipman, director general del IIS, el caso mexicano es un conflicto marcado por la ausencia de artilleria, tanques o aviación de combate.1 La tasa anual de asesinatos en México ha aumentado de manera sostenida, hasta el punto de llegar a un punto de inflexión de 100 asesinatos diarios.2
La violencia sistémica y sostenida representa a su vez un abanico de males estructurales en cada una de las dos naciones, aún con sus contextos propios, y la normalización de esta ha llegado a puntos enfermizos desde mi perspectiva, situación que necesita ser atendida lo antes posible para el bienestar social.
Dian Como La Flor, (@diancomolaflor) ambas del 18 de febrero de 2020
EN SIRIA
Abdullah le ha enseñado a su hija Salwa un juego para reírse de los ataques aéreos que ocurren en la provincia Siria de Idlib donde el régimen de Bashar al-Asad renueva ofensivas para combatir zonas aún controladas por los rebeldes. El objetivo de este padre era transformar el miedo en sonrisa dentro de un conflicto que ha generado, desde el reinicio de las ofensivas en Diciembre de 2019 hasta la fecha, según datos de la ONU al menos 900,000 desplazados de los cuales la mayoría son mujeres y niños.
En entrevista con Al Jazeera el padre de Salwa menciona la gran preocupación que existe sobre el ambiente en el que crecerá su hija. Así como el peligro que corre la salud mental de la niña cuando realice que las bombas no son un juego, la violencia es latente y la muerte algo cotidiano.
La guerra en Siria ha provocado 380,000 muertos y 71 millones de desplazados hasta finales de 2018. “Solo en 2018, 1.106 niños murieron en los combates, el mayor número de niños que fallecen en un solo año desde el comienzo de la guerra. Se trata únicamente de las cifras que las Naciones Unidas han podido verificar, lo que significa que las cifras reales son probablemente mucho más altas.”5 La UNICEF remarca que son los infantes a quienes el conflicto afecta más, quienes tienen más que perder. Cada día que continúa el conflicto se traduce en una infancia más afectada.
EN MÉXICO
Por otro lado, el 18 de Febrero en Ciudad de México fue hayada, después de ser reportada como desaparecida, el cuerpo sin vida de una pequeña de 7 años, una pequeña más que se suma a la interminable lista de feminicidios que no da tregua en la República Mexicana en donde cada dos horas y media una mujer es asesinada.
Entre los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) México, a finales de 2018, ostentaba el primer lugar en casos de violencia y abuso sexual a niñas. En 2019 cifras oficiales reportaron que el 66.1% de las mujeres mayores de 15 años han sufrido violencia de cualquier tipo y de cualquier agresor, alguna vez en su vida. El 43.9% ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual o la última a lo largo de su relación. 6 de acuerdo con la OCDE.
La tendencia nacional de Enero de 2015 a Diciembre 2019 sobre presuntos delitos de feminicios que informa el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestra un aumento constante y sistémico, de 411 casos en 2015 a 976 en 20197. En el mismo periodo, el feminicidio infantil casi ha aumentado un 100%. Otros datos que el SESNSP arroja son referente a los infantes, cada día tres niños son asesinados en promedio, el 40% de los delitos sexuales son cometidos en menores de edad en México.
La normalización de la violencia hace que nuestra cotidianidad este permeada de casos como estos, mediatizarlos y olvidarlos hasta que el siguiente aparezca. Es cierto que el flujo de información en esta época es una característica fehaciente, sin embargo, no podemos, como sociedad, quedarnos inmóbiles.
Más allá de las cifras o la comparación de ambos casos, el objetivo del texto se encuentra en la reflexión como sociedad ¿Qué responsabilidad tenemos ante estas problemáticas? Este texto está enfermo de dolor, de rabia, de hartazgo a la violencia y a la impunidad, de llanto por las muertes. Y genera más preguntas de las que pretende resolver.
¿Cuántas muertes más son necesarias?
¿Cómo superar estas situaciones como sociedad?
¿Qué le espera a las generaciones venideras?
¿Cómo se sanan las heridas de naciones tan distintas y lejanas pero unidas por la muerte?
La información es necesaria en estos casos, ser consecuente como individuo y como sociedad de la reproducción de la violencia es el primer paso para identificar la problemática y poder así dar un paso a resolverla. Tener claro que la violencia se expresa en diferentes formas en cada uno de nuestros círculos sociales y cambiar de paradigma de nuestro entorno, podría ayudar a desnormalizar y sensibilizarnos sobre esta grave sıtuación.
¡Nadie menos!
Y tú, ¿qué haz hecho hoy para desnormalizar la violencia en tu entorno?