México y Turquía: Puente de migrantes

Analizamos el rol de México y Turquía como países puente para los migrantes con destino a Estados Unidos y Europa.

Una joven se muda a una nueva ciudad por su nuevo trabajo, una pareja de jubilados se mudan a un pueblo en una zona rural, y alguna familia huye del terror de su país. Si la generación pasada fue marcada por la globalización y por sus repercusiones en nuestro día a día, uno de los principales movimientos a contender por dicho puesto en nuestros tiempos es la migración. La migración rompe con el orden, causa fisuras en las ideas de identidad e incluso pone en la mesa del debate nuestro valor como humanos.


(Arriba) Alan Kurdi niño sirio ahogado en el mar Mediterráneo en 2015. (Abajo) Óscar y su hija, ambos salvadoreños, ahogados tratando de cruzar el Río Bravo 2019.

Actualmente, las crisis migratorias son las que crean acalorados debates políticos en el mundo. En este artículo me gustaría contrastar dos de ellas: La crisis de refugiados en Siria y las Caravanas migratorias Centroamericanas a Estados Unidos.

La migración no es nada nuevo. Siempre fue y siempre será, la diferencia es que esta vez todo el mundo está viendo. A Merkel, rechazar públicamente a una niña que, en perfecto Alemán, quedarse con su familia. A Trump, separar a familias y poner a niños en jaulas. A un niño sirio ahogado en el Mediterráneo. A dos salvadoreños, un padre y su hija, ahogados cruzando el Río Bravo. Justificadamente, los ojos del mundo están en los países recipientes. En ¿cómo planean lidiar con ola migratoria? y en ¿qué tanto están dispuestos a trabajar por ayudar a los que lo necesitan? Es importante también considerar que muchas veces los países recipientes tienen responsabilidad directa en la creación de las crisis migratorias.

Países Puente:

Ya sea en Latinoamérica como en el Medio Oriente, los países emisores de migrantes, empatizamos entre nosotros y formamos parte de esa presión a los países receptores. Sin embargo, dicha presión a veces nubla el criterio entre los mismos emisores. Turquía y México, son países clave en el viaje del migrante. De los Sirios a Europa y de los Centroamericanos a los Estados Unidos. La reacción de los que son la última frontera al sueño del migrante ha sido muy diferente. Las acciones de México y Turquía nos muestran una ventana a la importancia de los países puente. Contrastar estos ejemplos, espero, pueda servir como espejos a cada experiencia y resulte en aprendizajes para ambos lados.

México

Alegando que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, AMLO, ha dado vía libre a los migrantes para llegar a su destino. Alegación falsa, ya que el despliegue mexicano de policías para retener a migrantes Centroamericanos no son nuevos a esta administración, ni a la pasada. A principios de este mes, el presidente Estadounidense amenazó a su fronterizo con aranceles de 5% en importes mexicanos si no actuaban en canalizar el flujo de migrantes de Centroamérica a Estados Unidos. Y aumentarlos hasta 25% como medida de presión. Considerando que Estados Unidos es el consumidor del 80% de las exportaciones Mexicanas, el problema se hace evidente. Hacer el trabajo sucio para Trump o recibir el golpe económico en una economía ya flaqueante.

El gobierno Mexicano respondió, de nuevo, como se esperaba, desplazando 6,000 agentes de la nueva Guardia Nacional hacia la frontera sur, con la aprehensión de un grupo de 400 migrantes y la deportación de 100 hondureños indocumentados.

En Mayo las autoridades estadounidenses detuvieron alrededor de 144,000 migrantes en su frontera. Esa cantidad de detenidos representa un incremento del 32% en comparación con abril y es el total más alto en siete años, asegura The New York Times. Cuando Trump llegó a la Casa Blanca, se arrestaban solo 20,000 migrantes cada mes en la frontera. La lógica parece ser que al escuchar las amenazas de cerrar la frontera, las personas deciden es el tiempo para ir y que no tendrán oportunidades en el futuro.

Desde principios de 2018, grupos de salvadoreños, guatemaltecos y hondureños, del triángulo norte Centroamericano, han caminado en Caravanas migrantes hacia los Estados Unidos para pedir asilo. La mayoría de las personas huyen de la violencia de grupos criminales y la pobreza.

Foto: Quartz.com

Turquía

Además de representar un puente entre culturas occidentales y orientales sirve, también, como puente para los Sirios que huyen a Europa. La violenta guerra civil Siria, que ha durado más de 7 años, ha causado el desplazamiento de 5.6 millones de personas, parte de ellos que buscan un nuevo hogar en Europa. El famoso estrecho en el Mar Egeo a la isla de Koc en Grecia y las otras travesías en el Mar Mediterráneo han causado la muerte de más de 34 personas en los últimos dos años.

Sin embargo, además de ser un país transitorio, Turquía actualmente acoge a más de 3.6 millones de Sirios. Convirtiendole en el país con más refugiados del mundo. Turquía, que históricamente está muy consciente de su localización y su importancia geopolítica, ha sabido utilizar su posición como ventaja para avanzar su agenda política al mismo tiempo de ser un ejemplo de solidaridad hacia sus similares.

En 2016, en respuesta a la crisis migratoria, la Unión Europea (UE) accedió a pagar 6 billones de euros a Turquía. En dicho acuerdo la UE manda a personas que han ingresado ilegalmente de regreso a Turquía donde esperan que ellos se queden. Todo esto, a cambio de acelerar el proceso y las negociaciones para que Turquía entre a la UE y ablandar las restricciones de visas para los Turcos a la Zona Schengen. Años después, la UE no ha finalizado de pagar lo estipulado ni las restricciones de visas han sido levantadas. El flujo de migrantes a Turquía crece por día.

A diferencia de otros países como Iraq y Jordania, en Turquía solo el 30% de personas viven en campos de refugiados. El resto ha optado por repatriarse en las metrópolis del país. Estambul sola se estima tiene 550,000 Sirios. Aunque Turquía les ve como residentes temporales, el gobierno y las municipalidades han tenido que lidiar con la salud, alimentación y educación de sus nuevos cohabitantes. El mercado laboral, que está dispuesto a pagar menos por el trabajo de un Sirio afecta al Turco en su día a día y ha generado tensiones.

A futuro

Además de lamentar la decadente solidaridad mexicana, estos últimos movimientos dejan vulnerable a AMLO en las negociaciones con los Estados Unidos. Trump ahora sabe, qué amenazas vagas pueden sacudir a un país y seguramente esta táctica formará parte de sus herramientas a la hora de ‘negociar.’ Las políticas de manipulación, combinadas con la dependencia económica de México hacen las negociaciones complicadas. Al final, las negociaciones y la reacción mexicana fue suficiente para que Trump no cumpliera su sentencia. En Turquía, han sabido canalizar el miedo Europeo para avanzar su agenda política. Al mismo tiempo que muestran su solidaridad al pueblo Sirio a pesar de las repercusiones económicas y sociales que el nuevo flujo de personas pueda provocar.

Las crisis de refugiados son serias. Las personas no deberían de ser tratados como monedas de cambio, capital o colateral.

Las reacciones de Turquía, México, la Unión Europea y Estados Unidos no van a la raíz de los problemas sino funcionan solamente como medidas temporales.

En nuestra generación las crisis migratorias no van a ser solo por terror, guerras y pobreza sino que también por problemas como calentamiento global que requerirán respuestas más holísticas. Las respuestas actuales son exámenes y preludio a las crisis migratorias que vendrán. Cómo ciudadanos, igualmente, tenemos que estar listos para empatizar y comprender.